Esta travesía la habíamos completado con los amigos de la Cabra Team hace unos años, pero en aquella oportunidad, la gran cantidad de camionetas que fuimos hizo que tuviéramos que saltear algunos tramos.

En esta oportunidad, somos cuatro camionetas y vamos por el circuito completo.

La primera parte pertenece a La Cuesta de los Terneros, el terreno ofrece tanto para trepar por piedras, como para transitar entre maleza cerrada, que todo el tiempo atenta contra la pintura de las camionetas.

Las cárcavas que originaron fuertes lluvias, en un terreno tan blando como el que estamos recorriendo, nos proponen ciertos desafíos para cruzarlas, que requieren de guiadas precisas y algo de trabajo sobre el terreno.

Encontramos algunas pisadas de algún felino de gran porte. Claro que con el ruido de los motores de las camionetas, se hace imposible cualquier tipo de encuentro.

Llegamos a una cárcava que nos pone a trabajar. Palas y planchas para preparar un paso que no nos sumerja en el gran pozo que se forma con el correr del agua de las lluvias.

Después de un arduo trabajo para acomodar el paso, intentamos pasar la camioneta de Pablo, pero el terreno extremadamente blando, desmorona la obra de ingeniería de puentes diseñada por nosotros y la camioneta cae a la cárcava.

Como se aprecia en el video, falló nuestro primer plan. Ahora, en vista del fracaso, nos ponemos a palear y acomodar las planchas para que la camioneta pueda salir de esa situación, bastante incómoda.

Ahora si, lo logramos, después de un breve festejo, acomodamos el pozo para que las otras camionetas, en lugar de tratar de evitarlo, entren y salgan por el sitio donde colocamos las planchas.

Pero el terreno nos sigue poniendo a prueba a cada tramo, así que seguimos despacio, avanzando y acomodando el terreno para pasar los obstáculos.

Después de remontar una gran elevación de piedra, nos vemos obligados a bajarla, pero el terreno es algo más empinado.

Ya habíamos pasado por acá la vez anterior cuando éramos muchas camionetas, y habíamos demorado mucho tiempo, ahora siendo cuatro y con la experiencia ya ganada de la otra vez, bajamos sin problema en menos de quince minutos las cuatro camionetas.

El track nos lleva por subidas y bajadas de escalones de piedras, ya pasamos hace rato a la parte de Piedras Mágicas, y viendo la locura que de a momentos les agarra a los GPS, entendemos el por qué del nombre.

Se va yendo el día, y con las últimas luces nos sumergimos en el cauce de un río que nos debía llevar a la salida.

Encontramos tramos de mucha vegetación que denotaba la falta de paso de vehículos desde hacía bastante tiempo.

Pronto cae la noche y la travesía se pone más interesante por la falta de luz. Guiados por los gps y la luz de nuestras camionetas, nos vamos abriendo paso por un cauce que muchas veces se cierra con grandes piedras y nos obliga a salir a los costados para hacer un tramo por arriba hasta poder volver al río, por lo que debemos caminar con nuestras linternas por los altos pastos buscando un posible paso seguro.

Nos encontramos en la búsqueda de pasos seguros, con algunos obstáculos que debemos trabajar para seguir adelante.

Por fin llegamos al tramo final que nos devuelve a la RN 144, algo cansados por el trajín del día pero no menos felices de haber terminado este track completo y haberlo disfrutado a full con el grupo.