Despertamos en el Paraje La Brea.
La tarde anterior con consentimiento de doña Inés Vazquez, dueña del puesto, habíamos armado campamento y hoy iríamos a Pampa de los Bayos, para ingresar por la Quebrada del Hielo, recorrer alguna grieta y la pampa, y después salir por el abra entre el volcán Vallecitos y Cerros Colorados.
El retorno se haría nuevamente al campamento que dejamos armado en La Brea.
La vega de agua termal, no solo atrae a nuestros cuerpos para lavarnos con agua tibia, si no también a los lugareños del paraje. Y así despertamos rodeados de llamas.
Y por supuesto Magui, tuvo que poner las cosas en orden.
Después del desayuno enfilamos por el camino minero a buen ritmo para entrar temprano a la pampa y que nos permitiese recorrerla y sacarle bastantes fotos.
Después de esa última trepada se abre ante nuestros ojos, toda la maravilla de la Pampa de los Bayos sobre un mirador con mas de 5200 metros de altura.
El paisaje es tan atrapador como surrealista, y Magui aprovecha la distracción y ataca el chupetín de Andrea.
Después de algunas fotos de rigor, comenzamos el descenso por la quebrada del hielo.
Después de un largo descenso de aproximadamente dos kilómetros vamos llegando a la Pampa de los Bayos propiamente dicha.
En algunos tramos pasamos muy encajonados.
Seguíamos bajando en un terreno muy áspero.
Ya estamos casi abajo.
Increíble formaciones, es nuestra tercera incursión y siempre nos sorprenden.
Disfrutamos de ese paisaje único, tan desolado como conmovedor, tan único que nos hace dudar si seguimos en nuestro planeta Tierra o fuimos transportados a otro lugar del universo.
Tenemos que comenzar a regresar al campamento, el llegar con luz de día es esencial para programar la cena, y a pesar que estamos con todo armado, sabemos que la salida por el abra de Vallecitos y Cerros Colorados, a veces se hace lenta por las piedras o los penitentes que todavía pudieran quedar.
Así que tomamos una salida que hicimos en el 2018 y la combinamos con la "circunvalación" de la salida Edu 2010 de viajeros.
En el camino encontramos algunos penitentes que bajamos a fotografiar.
Nos montamos en una "ruta minera" que pareciera que se separa antes de encarar el abra y pasa por detrás del volcán Vallecitos.
Seguimos esta ruta minera y empezamos a trepar, algunos carteles advierten de tocar bocina antes de las curvas, aunque no nos cruzamos con ningún vehículo de las mineras, manejamos con precaución por las dudas.
Finalmente esta ruta minera nos saca por detrás de Vallecitos, y nos deja en la misma ruta que nos trajo hasta ahí, antes de empezar la trepada hacia el mirador de la Quebrada del Hielo.
Nos ahorramos unas dos horas entre llegar al abra , salir y volver para la Brea, una sorpresa muy buena con la que no contábamos.
De regreso, planeamos una mini fiesta de despedida con torta de cumpleaños que Myriam había prometido al grupo.
Era la última noche de acampe, fueron cuatro noches muy frías, pero el espíritu del grupo brindó calor suficiente como para disfrutar cada día al máximo, las travesías en lugares tan únicos de la Puna, son un privilegio que muy pocos tenemos el placer y el honor de compartir.