Un hermoso sol nos despierta el 24 de enero en el campamento de vega Colifalla.
Nos permitirá secar los sobre techos y las carpas después del diluvio de la noche anterior.
Calentamos agua, desayunamos sin armar mesas, para ir guardando todo y encarar hacia el abra del Colifa.
Dejamos la Vega Colifalla y vamos por el Río de los Patos, bajando hasta la Vega Los Patos Sur. El cruce de la vega genera un inconveniente en la camioneta de Pablo. A un metro de cruzarla, cae en un zanjón que el río formó en la curva. El golpe es tremendo y pronto empieza a entrar agua al habitáculo. La situación es perpleja pues deben sacarlo lo antes posible del agua y para lo cual prueban con un malacate y no alcanza y ponen otro y tampoco.
Una vez colocado los ganchos con Polea, empezamos a recoger cable.
Dos malacates Warn 9000i, implacables a la hora de utilizarlos.
Finalmente con dos malacates y polea de reenvío y cavando para poner planchas, se logra sacar la camioneta para atrás y se disponen a buscar otro lugar para realizar el cruce.
Un verdadero susto sin más consecuencias que el bumper roto de la Toyo.
Del otro lado de la vega el avance es rápido, nos vamos acercando hasta donde giraremos al este para encarar las Sierras de Vazquez y el Paso del Colifa.
Por fin llegamos al Paso del Colifa, una intensa niebla no nos deja ver más allá de 50 metros, así que seguimos muy despacio por el track que en el 2020, Pablo, Zari y Andrea hicieron solos saliendo a buscar ayuda para Jorge y Elena, que habían roto precap en la salida del Paso Diaguita. Ver acá()
Unos metros más abajo, aparece el terreno y podemos ir guiando una "caída controlada" del mismo.
El terreno es traicionero, donde no esconde piedras, hay mallines que se transforman en verdaderas trampas.....
Es imprescindible bajar con cuidado, sabemos que tenemos que meternos en la vega ubicada más abajo, y por lo tanto que se puede complicar así que tratamos de mantener las camionetas un poco sobre la ladera del cerro para no quedar atrapados.
Tony se adelanta para ir investigando, por los mallines y siempre en bajada, ahora la montaña nos ha encajonado y vamos probando de un lado a otro para no quedar atrapados.
Mientras vamos avanzando con cuidado, Tony nos avisa que está encajado, así que seguimos con cuidado y nos acercamos para sacarlo.
Ya abajo, se abre ante nuestros ojos, un valle bastante importante pero que topa rápidamente con el filo de las Sierras; así que siguiendo el arroyo, doblamos nuevamente al este y nos preparamos para cruzarlo y remontar el cerro.
En ese lugar fue donde en el 2020 se quedaron atrapados Pablo, Andrea y Zari y fueron ayudados a mover una gran piedra por Sergio, un diaguita que vive en un puesto más al este.
Después del aguacero un hermoso arcoiris, aunque la mayor atencíon se lo lleva el paso por grandes piedras.
Ya pasamos los cuatro, así que ahora a seguir avanzando por el cerro siguiendo el track y teniendo que cruzar el arroyo un par de oportunidades más.
Por acá debemos seguir.
El clima vuelve a apurarnos para acampar, después del puesto de Sergio, el Diaguita, encontramos unos corrales que ofrecen algo de reparo, así que decidimos parar ahí.
Armamos el gazebo y con los últimos golpes a las estacas empieza a llover, así que Sandra se ocupa de la cena (polenta con tuco o queso) y esa noche, el grupo duerme en las camionetas.
Amigos4x4offroad