La mañana del 18 de enero nos encuentra acampando en la iglesia de mina La Casualidad. 

Después de desayunar, ordenamos nuestras cosas y dejamos el campamento armado para partir por el Salar Río Grande al sur, pasar a Catamarca en busca de la Laguna Pedernal, un excelente lugar para armar el almuerzo, camino al hito El Azufre.

Para llegar a la laguna Pedernal, nos acercamos por colada volcánica.

Encaramos a trepar al volcán Lastarria por el lado de las fumarolas de azufre.

A poco de empezar a subir Jorge avisó que escuchaba un ruido sospechoso debajo de su camioneta. Paramos y al revisar, el diagnóstico mecánico de Gerardo fue que se había roto el soporte de centro de cardan, así que como teníamos soldadura eléctrica, sacamos varias baterías, las pusimos en serie y soldamos dicho soporte.

Después del arreglo y mientras se tomaban unos mates, salimos rumbo al Lastarria, ahora sí listos para trepar hasta las fumarolas.

En la trepada había varias bifurcaciones, algunas seguían por una huella mejor relevada y otras llevaban hacia otra escalada diferente y siempre con rumbo hacia a las fumarolas.

Al separarse de Gerardo unos metros, Pablo no advierte por donde siguió el primero y continúa trepando por una huella muy poco usada que lo lleva a una parte trasera de las fumarolas.

Llega hasta donde una fumarola corta la huella y luego de sacar unas fotos, regresa para juntarse con el resto del grupo

Guiye avisa por radio que quedó en una situación comprometida fuera de la huella y con unas piedras debajo, así que el resto de las camionetas acuden al lugar para ayudarlo.

Gerardo lo guía y con un malacate de sostén sale sin problemas de la mala posición en que había quedado. Ahora sí ya todos juntos, suben por la huella bien marcada hasta las fumarolas donde podrán sacarse unas buenas fotos y videos.

Abajo video con Drone.

Todavía nos quedaban 100 km de regreso a Mina La Casualidad, por lo que trataríamos de no hacer paradas pues volveríamos por donde vinimos, ya que queríamos llegar con luz de día a la iglesia. Así que nos pusimos en marcha y mantuvimos un ritmo ágil.

Llegando al salar Río Grande, Guiye avisa por radio que destalonó una cubierta por lo que el grupo que iba más adelante se detiene y Pablo y Tony van a darle una mano.

Los primeros intentos por solucionar el problema fueron infructuosos, ya que se había partido la llanta, formando una enorme V lo cual impedía que saliera por el disco de freno.

Así que se llamó a la caballería, Gerardo, Jorge y Rubén volvieron también para ayudar, trayendo con ellos una barreta grande que terminó solucionando el problema.

Al poco rato de continuar el camino, comprobamos que la piedra con la que golpeó Guiye también le había doblado la llanta delantera, pero no tanto como la anterior por lo que ésta se cambió sin más problemas.

Finalmente llegamos de noche a nuestro campamento en la mina  y disfrutamos de unas exquisitas albondigas con puré hechas por Sandra, Gerardo y Rubén.

                                                                                                                              Amigos4x4offroad