Angastaco a puesto Compuel por Paso Diaguita. Salta. Parte1º

En esta oportunidad, armamos unas vacaciones a puro off-road que dividiríamos en dos partes.

La primera parte comenzaría partiendo de Angastaco, en el desvío de la RP 53 y 25, bajando al sur por ésta última, pasando por Pucará y Guasamayo, entrando al cauce de un arroyo que nos llevaría hasta la estancia Gualfin, pero por su entrada sur, y de allí, por el paso Diaguita, hasta el puesto Compuel.

Haríamos noche allí y seguiríamos por el interior de las sierras de Vazquez, hasta el Paso del Colifa, límite natural de Salta con Catamarca, lo que nos introduciría directamente en el volcán Galán.

Después de un acampe en Colifalla, la idea originaria era llegar a Antofagasta de La Sierra, por la laguna Pabellón y el paso Barret a Vega Real.

Pero uno propone y las piezas de ajedrez se acomodan según destinos, y hay que continuar a como de lugar.

Para esta travesía, como siempre los integrantes serían:

 

Tony y Sandra-------------Toyota SW4

Pablo, Andrea y Zari----Toyota Hilux

Jorge y Elena---------------VW Amarok

 

A las 19,00 hs del 7/1, por un repentino tema de salud, Tony y Sandra confirman al resto de sus compañeros que no pueden concurrir a la travesía.

Esta era la primera patada al tablero de ajedrez, que cambiaba gran parte del juego para los participantes que seguirían en él.

Tony y Pablo son quienes arman las travesías, las estudian, las calculan y en el campo de batalla, son dos gladiadores luchando espalda con espalda, superando cualquier tipo de inconvenientes, y no temiendo a ningún terreno por complicado que éste se presente.

Ahora, Pablo se quedaba sin el respaldo de su compañero incondicional, y a pesar de ya haber compartido otros derroteros con Jorge y Elena, y aún sabiendo lo excelentes que son como personas y como travesistas de 4x4; la mera idea de seguir con el recorrido planeado originariamente sin Tony, le producía un mar de dudas sobre cómo seguiría el juego.

Pero finalmente, impulsado por el inefable deseo de salir siempre al ruedo, a como de lugar, las dos camionetas partieron cerca de la medianoche, rumbo a Angastaco.

 

Subimos por la selva Tucumana, para caer en Tafi, pasar el Infiernillo y luego de dejar Cafayate, por la RN40 hasta Angastaco.

Quebrada de Las Flechas, Salta. RN40.
Quebrada de Las Flechas, Salta. RN40.

En Angastaco, nos esperaba la Hostería Los Colorados, que Tony había reservado con anticipación.

Nos instalamos, cenamos algo y nos fuimos a descansar, a esperar con ansias al próximo día, que prometía aventuras de alto voltaje.

Por la mañana, arrancamos con un suculento desayuno y bien temprano dejamos Angastaco, para arribar a la Estancia Gualfin por su lado sur, después de transitar varios kilómetros por el lecho de unos arroyos temporarios.

Es la mañana del 9 de enero y ya estamos saliendo con las camionetas listas para lo que venga.
Es la mañana del 9 de enero y ya estamos saliendo con las camionetas listas para lo que venga.
La correa poly-v de la Amarok dijo hasta aquí llegué, así que contando con el repuesto que Jorge previsoramente había llevado, la cambiamos en un rato.
La correa poly-v de la Amarok dijo hasta aquí llegué, así que contando con el repuesto que Jorge previsoramente había llevado, la cambiamos en un rato.
Ni bien entramos al cause del arroyo, comenzamos con las encajonadas de piedras, las cuales nos cerraban el paso obligándonos a buscar pasos alternativos.
Ni bien entramos al cause del arroyo, comenzamos con las encajonadas de piedras, las cuales nos cerraban el paso obligándonos a buscar pasos alternativos.
Tratábamos de encontrar pasos menos anegables.
Tratábamos de encontrar pasos menos anegables.

Después de un par de horas de recorrer el cauce, llegamos a una recta que figura dibujada en los mapas de Viajeros 4x4 desde el sur de la Estancia Gualfin.

Pasamos las dos tranqueras de la estancia, y dejamos atrás la escuelita para empezar a trepar al paso Diaguita.

Este paso fue hecho por los abuelos de la comunidad que habita la zona, a pico y pala hace alrededor de unos 50 años atrás.

Lo hicieron con el fin de pasar las mulas y el ganado desde Gualfin a Compuel.

A medida que nos internábamos en los 18 km que dura su recorrido, el rock and roll fue apareciendo, las trepadas eran cada vez más intensas, con mucha piedra, y había precipicios "demasiado" interesantes.

Sin haber podido terminar de salir del filo del Paso Diaguita, comenzó a atardecer  y fue tiempo de acampar  y continuar bien temprano, a la mañana siguiente.

Todavía con buena luz de día armamos el gazebo y nos dispusimos a cenar y luego a descansar, para encarar al otro día, lo que quedara por recorrer de este complicado, escarpado, angosto y pedregoso paso.

Ya es la mañana del 10 de eneo. Desayunamos, juntamos las cosas, levantamos campamento y otra vez a la lucha, a trepar filos, a subirse a las piedras y a seguir avanzando.

El ánimo del grupo es muy bueno y ya  vislumbraba que en pocas horas concretaría la salida del intrincado Paso Diaguita.

Vemos una extraña y hermosa apacheta, ofrenda a la Pachamama, y con el respeto que nos merece, cumplimos con el ritual de dejarle algunas piedras simbolizando nuestro paso por allí.
Vemos una extraña y hermosa apacheta, ofrenda a la Pachamama, y con el respeto que nos merece, cumplimos con el ritual de dejarle algunas piedras simbolizando nuestro paso por allí.
Una verdadera trampa, en la que hoy no caeríamos, lo cual no quiere decir que en algún momento no tan lejano, no volveríamos por más....
Una verdadera trampa, en la que hoy no caeríamos, lo cual no quiere decir que en algún momento no tan lejano, no volveríamos por más....

Cuando ya estamos vislumbrando el fin de esta codillerita, Jorge avisa por radio que torció el precap de la rueda izquierda.

Tras unos segundos de incertidumbre, se resuelve llevarla hasta un sector plano y realizarse un "alineado" de travesía, que consiste básicamente en desalinear la rueda con precap sano, para que queden parejas y poder continuar.

Se trabaja duro pero con entusismo, así que en una hora y media, la camioneta estuvo en condiciones de seguir andando.

Juntamos todo lo desplegado, y arrancamos con gran energía.

A menos de 2 kilómetros, mientras pasamos por un puesto abandonado y quemado, que figura equivocadamente como puesto Compuel en Viajeros ( ya lo vamos a corregir), vuelve a modular la radio de Jorge.

Ahora, con una voz más sombría, comunicando a Pablo y familia que se rompió el precap, y la rueda quedó inutilizada.

Vista panorámica del lugar donde quedó la camioneta siniestrada, con Jorge y Elena.
Vista panorámica del lugar donde quedó la camioneta siniestrada, con Jorge y Elena.

Esto significaba otra terrible patada al tablero de ajedrez.

Con todas la piezas por el suelo, debimos idear una nueva estrategia, para salir adelante.

Ya que tuvimos la suerte de que la camioneta quedara rota junto a unos corrales, decidimos luego de una profunda conversación en la cual analizamos los pro y los contra de la situación complicadísima en la que nos encontrábamos, que Jorge y Elena, se quedaran allí, con agua y alimentos para cinco días mínimo y que Pablo, Andrea y Zari, siguieran para intentar atavesar las Sierras de Vazquez para salir al volcán Galán, pasar al sur al Peñón y terminar en Belén a fin de  comprar el precap y volver al rescate.

Gracias a un teléfono satelital que habíamos alquilado, pudimos desde el lugar, contactarnos con Tony.

Para Pablo desandar el camino recorrido por el Paso Diaguita no era una opción viable, al contrario, era muy peligroso y habían tenido que trabajar azarozamente y en conjunto durante un día y medio para poder atravesarlo y llegar hasta donde se encontraban ahora, por lo que hacerlo sólo sin otra camioneta de apoyo, no era sensato.

Así que decide seguir adelante rumbo al paso del Colifa, con la Hilux y acompañado de Andrea  y Zari.

Mientras tanto Tony, conseguiría los precap (llevó tres por las dudas) y acordaron encontrarse el domingo 11 de enero en Belén, para volver juntos por paso Diaguita e ir en auxilio de Jorge y Elena.

 

La idea de hacer las Sierras de Vazquez solos, les daba menos impresión que volver por el filo del paso, claro que esto  no dejaba de ser un gran error ya que ellos tres todavía no sabían lo que les deparaban los terrenos que se disponían a recorrer.