Después de una noche muy fría (la SW4 registró 4 grados bajo cero) y una hora y media después de levantarnos, con sol a pleno, desarmamos el campamento y nos dirigimos tras el track que Pasión 4x4 había trazado el año pasado cuando salieron de allí por la XX73.
Nosotros ya habíamos intentado en el 2016 salir por la XX74 pero nos encontramos con un bloqueo de enormes piedras producto de un derrumbe que nos hizo desistir.
Enseguida tomamos la grieta 17 para seguir nuestro track del 2016 hasta la XX73. Hermosas formaciones que despiertan todo tipo de figuras en nuestras mentes, nos acompañan de ambos lados y el terreno muy blando y en fuerte trepada nos obliga a desinflar para poder seguir subiendo.
Trepamos un par de kilómetros más y nuevamente las piedras nos hacen volver a inflar las cubiertas. Mientras Tony y Pablo están inflando, Andrea sale a estirar las piernas.
Seguimos avanzando y ya estamos llegando a la bifurcación de nuestro track del 2016 donde fuimos en busca de la XX74, y ahora de la XX73.
Llegamos a las coordenadas y cuando intentamos trepar a la XX73, nos resulta imposible. Sin bloqueo del 100% en ambos diferenciales, esa subida se torna inalcanzable. No sólo nos encontrábamos ante un terreno blando y de fuerte pendiente, sino que además los últimos 25 metros presentan una especie de lomada que deja completamente sin chance las aspiraciones de pasarla con envión.
Ante ese panorama, decidimos buscar otra alternativa, logrando avanzar muchísimo, pero finalmente, un manto de penitentes en la grieta entre los dos picos montañosos, nos iba a impedir que continuáramos con nuestro derrotero.
Hay una gran cantidad de piedras, avisa Pablo por radio, pero se puede pasar y más abajo se pone mejor.
Así que Tony comienza también a descender, mientras Pablo empieza a sortear las enormes piedras que se presentan a su paso.
La bajada sigue intensa y por algunos minutos la cantidad de piedras comienza a mermar. Se respira optimismo en el grupo, pero dura poco, unos metros más adelante la grieta se hace extremadamente angosta, es necesario bajar a ver cómo sigue el terreno.
Nuevamente el clima decide en la cordillera, y ante ellos, en el mayor angostamiento de la bajada, un manto altísimo de penitentes se extiende por unos 100 mts, haciendo imposible su flanqueo.
Giramos las camionetas y comenzamos a subir todo lo bajado hasta el momento, y si bien esta vez no se pudo, queda pendiente para un próximo intento, que seguramente se realizará a fines de marzo o principios de abril, cuando la naturaleza, nos haga la venia y poder cumplir con el objetivo.
Nuestro primer plan B nos llevaría al Peinado por un track de Pasión 4x4 que sale al este, en dirección del salar de Antofalla, pero un par de cubiertas accidentadas nos hacen desisitir después de tener que cambiarlas a 5100 mts de altura.
Así que el grupo decide volver para buscar y salir por el trayecto hizo en el 2016, ubicado entre Los Colorados y Vallecitos.
El track nos deja frente a la grieta por donde tenemos que subir, sabemos que debemos pasar las piedras del principio, pero igual que en el 2016, a los 300 metros el terreno se suaviza y por lo tanto tenemos una salida más tranquila.
Pasamos por esos primeros 300 metros pero las piedras no dejan de aparecer, se nota que hubo mucha nieve deslizándose la cual arrastró a la quebrada, mucha más rocas que la años anteriores.
Cuando ya creímos que dejamos más atrás, la angostura de piedras, una nueva curva al este nos deja entrever más adelante otro gran grupo de penitentes.
Preguntándonos si esto seria una complicación, mientras seguíamos subiendo, ya a casi 5150 metros de altura.
Finalmente, logramos pasar con alguno que otro golpe de costado, pero pudiendo salir de Pampa de Los Bayos. Después de dar un rodeo para ir a La Brea, nos reencontramos con la ruta minera que nos llevaría en cuatro horas y media a la hostería Municipal de Antofagasta de La Sierra, cruzando la quebrada del Diablo por una autopista que se puede hacer de noche sin ningún inconveniente.
Llegamos casi a las doce de la noche a la hostería, donde amablemente nos hicieron lugar para alojarnos y nos sirvieron una exquisita cena.