Nuestro itinerario programado nos hubiera llevado al volcán Galán, entrando por vega Real, para hacer noche en Colifalla y seguir al otro día a Ciénaga Redonda, Salar del Hombre Muerto y volver a ADLS.
Pero la batería de una de las camionetas dijo basta, a pesar de haber sido cambiada hacía 6 meses y tuvimos que aplicar plan "B", saliendo temprano para Belén para comprar otra batería.
Llevamos de pasajera a Luisa Beltrán, dueña de Casa de Piedra en ADLS y en la rp43 nos encontramos cerca de la Vega Pasto Ventura, con este raro fenómeno meteorológico que ilustramos a continuación, antes de pasar al siguiente día que es cuando salimos por nuestro track a las vegas del salar de Antofalla.
Así es que comezamos el relato de la travesía del día 17 de enero, saliendo para La Quebrada del Diablo, con muy buen clima, temprano, después de dejar Casa de Piedra en ADLS y en busca del desvío que dio origen a nuestro track hasta el salar de Antofalla en enero del 2016.
Encontramos un gran trabajo de las mineras en la huella, ahora hasta la quebrada y dentro de ella, para paso de vehículos pesados sin dificultad.
Llegamos al desvío y vamos en busca del volcán que bautizamos Del Diablo, por la Quebrada homónima.
Encaramos bien al oeste, en busca del Salar de Antofalla, y la vista particular de la vega Orohuasi; antes de comenzar a descender.
A medida que vamos bajando nos aparece una huella minera que baja del norte paralela al salar y se une con nuestro track para cruzarlo rumbo a la Vega La Brea.
En los mapas de abajo se aprecia nuestro track del 2016 y el nuevo track que hicimos este año utilizando la ruta minera que después comprobaríamos que sale de ADLS y llega casi, hasta el mirador de Pampa de Los Bayos, en La Quebrada del Hielo, o bajada de Edu 2010.
El círculo rojo muestra el empalme con la ruta minera, donde doblamos para ver hasta dónde nos llevaba.
Gran sorpresa nos llevamos al pasar enfrente de Las Quinuas y llegar a la bifurcación 18 donde la "autopista minera" nos lleva al otro lado del salar, pudiendo visitar la Vega Botijuela y a nuestro amigo Simón, con un camino mejorado que le han demarcado.
Llegando casi a la bifurcación 18 aparece la Vega Botijuela, a la que nos dirijimos para visitar a Simón y almorzar con él.
Saludamos a Simón quien, mientras nos remojamos en su pileta termal, nos cuenta que se lastimó con un caño el dedo del pie y que se le había infectado. Lo que no le permitía bajar el ganado todas las noches y "el puma" ya le había matado algunas cabras.
Así que mientras preparamos el almuerzo, se le hicieron curaciones con desinfectantes y gazas limpias y se le suminitró antibiótico en pastilla, dejándole la dosis para que completara el tratamiento.
Después del almuerzo nos despedimos de Simón dejándole la promesa de pasar por el campamento minero para buscar al doctor para que lo visite y le lleve"pancitos" para calmar sus penurias.
Transitamos por un hermoso track interno que nos lleva a Las Quinuas.
Llegamos al campamento minero en Las Quinuas, hablamos con el encargado que mandó una camioneta inmediatamente con el médico para atender a Simón. El despliegue en el lugar es grande, más arriba los Alancay nos esperan pero con las piezas ocupadas por la gente de abajo.
Despés de saludar a Antonio y Catalina Alancay y conversar un rato, nos ofrecen hacer campamento en el comedor de ellos, así que ubicamos nuestras cosas y nos preparamos para cenar, siempre bien acompañados y custodiados.