Despertamos en la Hostería del Turista en La Quiaca, después de un desayuno muy rico, terminamos de subir nuestras cosas nuevamente a las camionetas y de reunir las compras para hacer un almuerzo en el lecho del río Quebrada de Paicone, el cual se mezcla con el río Granadas.
Así que primero Pueblo Viejo , luego Cieneguillas, vamos recorriendo la RN40 y llenándonos la vista y las emociones de hermosos paisajes.
Entramos a Bella Quebrada y vamos para San Juan y Oros
Recorremos el lecho del río buscando un lugar adecuado para armar el gazebo y cocinar nuestro almuerzo.
Y mientras algunos cocinábamos otros aprovechaban una sesión de peluquería, y Luquitas...siempre trepando.
Después de almorzar, ya con un clima que empezaba a descomponerse, salimos del lecho del río y seguimos un hermoso camino acompañado de montañas de variadísimos colores.
Y el cartel que avisa que se transita por el lecho de un río.
Pasamos por Ciénaga y ya llegando a Cusi-Cusi, nos quedamos en el Valle de La Luna.
Dejamos este increíble lugar de una belleza y colores, poco vista y seguimos para Pirquitas. Encontraremos grandes bloques de piedras diseminados por todos lados, fieles testimonios de un pandemonio geológico que se produjo cuando emergió la cordillera y también en movimientos sísmicos posteriores de gran escala.
Con una lluvia torrencial llegamos a Pirquitas.
Nos indican ir a la casa de una señora para solicitarle hospedaje y ella nos lleva hasta la iglesia, ahí nos da colchones para todos y por una muy módica suma nos instalamos a cubierto para cenar y luego descansar.
No fuimos los únicos que aprovechamos el abrigo del techo, un amiguito se nos sumaría y terminaría durmiendo entre las bolsas de dormir de los chicos.