Ya habíamos disfrutado de una semana de excelente clima, recorriendo los increíbles paisajes de la puna Catamarqueña, sus volcanes, sus vegas y salares.
La idea de iniciar un regreso directo a Belén o Aimogasta, no nos terminaba de cerrar.
Tony, en la cena de la última noche en la Hostería Municipal de Antofagasta de La Sierra, propone la idea de arrancar temprano y hacer una pasadita por el volcán Galán.
Esto es tomado inmediatamente por el grupo, y Pablo le pone hora para despertarse a la mañana y aclara que estarán llegando a Aimogasta cerca de la medianoche.
Tanto Freddy como José Luis se suman sin ninguna objeción, y así nace una nueva travesía en el mismísimo viaje de regreso.
Conforme avanzamos al sur ya se divisa el volcán Carachí y el campo de piedra pómez.
Doblamos a la izquierda trepando un cerro por ruta asfaltada que nos hace pasar por El Peñón.
Entramos al pueblo y salimos por los campos traseros, a partir de donde se empieza a subir constantemente hasta llegar a los cuatro mil ochocientos metros del labio sur del domo, por donde entraríamos en esta oportunidad. En el trayectos encontraríamos la Laguna de Caví, el secano y la Laguna Grande, grandes piedras Tobas donde armaríamos un gran almuerzo al regreso del cráter.
El Cerro Blanco y la gran colada de Pómez.
Dejamos el track que nos llevaría a laguna Pabellón y giramos al nor-este, para seguir buscando la entrada al cráter.
Dejamos atrás unas enormes formaciones de piedras Tobas con la promesa de volver en un rato para armar el almuerzo.
Una vez en la cima del domo, visitamos nuestra apacheta de hace cuatro años atrás y agregamos algo para un amigo que seguimos esperando para compartir esa vista algún día.
El inmenso Cráter.
Bajamos al cráter, la idea era ir hasta el 1º temporario, y si se podía cruzar congelado como seguro estaría, nos daríamos por satisfechos y comenzaríamos el regreso, al grupo de Tobas para almorzar y seguir viaje.
El arroyo congelado, éste alimenta a la laguna Pabellón hacia el Oeste.
Avanzamos un par de kilómetros dentro del cráter y legamos al primer arroyo temporario congelado, el cual cruzamos y emprendimos el regreso.
Nos encaminamos al grupo de formaciones tobas para almorzar. Buscamos dentro de esas increíbles formaciones un lugar al reparo del viento.
Después de disfrutar de un suculento almuerzo, ya con sabor a despedida, levantamos todo y retornamos a la RP43, dejando atrás una semana de aventuras, paisajes y convivencia en total camaradería, para empezar a soñar, con la próxima salida.
Amigos4x4offroad.