Esta parte del viaje se fue más en intenciones que en logros, y gran parte de las travesías abortadas, se debieron a las grandes lluvias que azotaban esa zona de la cordillera, y algunos problemas mecánicos en un par de camionetas como de salud en un integrante del grupo.
La idea inicial incluía salir de Fiambalá hasta Laguna Negra, donde acamparíamos 2 noches.
Para la 1º mañana en la montaña, intentaríamos subir hasta los glaciares del volcán Pissis y volveríamos a hacer noche al campamento. Esto ya era imposible porque veníamos perdiendo 1 día al tener que volver a ADLS por no haber podido salir por las Lagunas del volcán Peinado, cuando Lando rompió la parrilla de suspensión por completo.
El 2º día, la idea era levantar campamento y buscando la cuenca del río Salado, pasaríamos rodeando el Pissis, entre el Gemelos Norte y el Bonete Grande, transitando un filo de 40 km de largo, arriba de los 5000 mts, para llegar al Corona del Inca por su pared Este.
Bajar a acampar en el refugio Vialmani, para ya el 3º día volver por Laguna Brava a Vinchina.
Este es el mapa que ilustra la "intención".
En este punto se sumaron factores que confabularon contra esta parte del viaje. Como pensamos llegar a Laguna Negra en 5 horas de viaje, salimos cerca del mediodía.
Nos habían advertido de las consecuencias de las fuertes lluvias de días anteriores, que entre otras cosas habían producido el alud que se llevó a la Honda CRV, y que seguramente habrían socavado los caminos por donde baja el agua, achicando el paso considerablemente en la zonas de cornisas.
Tuvimos la oportunidad de conocer a Jhonson Reynoso, jefe de seguridad turística, con oficina en la comisaría de Fiambalá y oficina propia en la otra punta de la plaza. Una excelente persona, con muchísimo conocimiento de toda la zona, lo fuimos a buscar a su casa, y luego en su oficina, recorrimos la zona desde Laguna Negra a Corona del Inca en su computadora con el Google Earth, y nos advirtió sobre dos lugares que posiblemente se encontrarían actualmente con penitentes y por consecuencia obstruirían el paso, también nos enseño a reconocer zonas llamadas "Anomalía 7" y "Anomalía 9", terminología minera para hacer referencia a terrenos con posibilidad de existencia de oro.
A escasos 6 km del desvío de La Coipa, encontramos una grieta importante en una cornisa que cae unos 8 mts a un campo alambrado. El paso con 2 ruedas en la ladera y 2 ruedas junto a la grieta, fue desestimado en un principio por la flojedad del terreno que se desmoronaba al simple zapateo que le provocáramos.
Pensamos que bajar las camionetas junto al alambrado y trepar 30 mts. más adelante, a la salida de la grieta era una buena opción. Nos pusimos a trabajar en eso.
Antes Tony retocede unos kilometros hacia una huella que sale al Norte en busca de un paso, pero se corta en un cañadón profundo.
Bajó la Toyota de Pablo, la pusimos delante de la parte más complicada de la grieta y rellenamos con piedras para salir trepando el terraplén.
Se aprecian al fondo un par de vacas que con muy poco disimulo, miraban su reloj y decían...." y estos locos a esta hora...¿a dónde piensan ir?"...
La tormenta se acerca desde el oeste.
Desde esta posición en la foto, se aprecia donde están los chicos, el lugar donde se derrumbaba con solo saltar un poco, el hueco que el agua había hecho corriendo por abajo hacía que dudáramos de pisar allí con las ruedas de las camionetas. También es notoria la pendiente con que cae la montaña hasta el alambrado, lo que complica la remontada hasta la grieta, teniendo en cuenta la flojedad del terreno.
Cuando estábamos listos para dar el empujón final y subir la Toyota, por radio Miryam avisa que Matías, su hijo de 18 años estaba con 39,5 ºC de fiebre. Venía luchando con esa fiebre desde Mina La Casualidad, había estado tomando remedios y lo llevaba bastante bien, pero ahora estaba cubierto con una manta, dentro de la camioneta y no paraba de temblar.
Silencio de radio, algunos sugieren, que hay que volver. Eran casi las 16.00 hs, con una tormenta que se venía, debíamos pasar el resto de las camionetas, y llegar a la Laguna Negra a armar campamento.
Se estudia la posibilidad de, ..."ya que estamos acá".. pegarnos una "corrida" hasta el balcón del Pissis, pero eso nos demandaría no menos de 6 horas para ir y volver, y no nos entusiasma la idea de bajar del filo a la noche.
Así que con un sentimiento amargo en la garganta, damos vuelta la Toyota y a sacarla por donde entró del zanjón.
Ya a medida que volvemos a luchar para sacarla, se nos va pasando la amargura del momento, Kico ya está volviendo para Fiambalá para atender en el hospital a Matías y nosotros ya estamos pensando en las alternativas para el día siguiente para continuar de travesía.
El mapa indica hasta dónde llegamos.
Una nota de color
La mañana siguiente a nuestra llegada, teníamos en Fiambalá un día de descanso y dedicado a reparar las camionetas. Mientras estábamos desayunando, Luis (Tato), llega en una camioneta de la TV de Fiambalá y bajan un cronista y un camarógrafo que le hicieron una nota que salió en la TV local, a Amigos4x4offroad.
Amigos4x4offroad.