Esta travesía fue pensada para el día después del festejo del 6º aniversario del Club Musso.Ya que nos encontrábamos en Necochea, para tal evento, decidimos completar la salida con este clásico por la arena y los médanos, desde Arenas Verdes, situada al lado de Quequén hasta la ciudad balnearia de Miramar.
Los amigos que acompañaron esta vez fueron:
Tony y Sandra.
Walter y Claudia y familia.
Lando y Paula y familia.
Pablo y Andrea y familia.
Leandro,Brenda y Matias
Gerardo y Romina y familia.
Alberto y familia.
Carlos, Alejandro y Daniel I.
Julio y Alicia.
Luis y familia.
Fredy y familia.
Daniel E y Leo.
Christian y familia.
Maxi y Gerardo.
Sabíamos que la marea nos jugaba en contra y que por lo tanto muchos tramos que normalmente se hacen por playa, esta vez deberíamos avanzarlos por los médanos. Así que pusimos una hora de salida temprana para terminar en Miramar, no tan tarde, ya que muchos volvíamos para nuestros hogares en Capital y aledaños.
Después de varios reclamos radiales para completar al grupo, nos juntamos en al "barco hundido" a las 11.00 hs a desinflar.
Ni bien pasamos Arenas Verdes, bajamos a la playa y empezamos a avanzar por la difícil arena mezclada de conchilla, que obliga a usar las cubiertas con muy pocas libras y llevar las camionetas en baja para no exigir motores ni embragues, y permitir a las cajas reductoras, hacer su trabajo.
Como siempre en los grupos, hay algún amigo que cree que se puede ir más rápido en alta, cosa que es cierto, pero a costillas de exigirles a los motores más de lo recomendado...y fue ésa la 1º detención para "mimar" un poco la camioneta de Luis, a la que le había subido la temperatura.
Seguimos avanzando, aparecieron los primeros vadeos, para entretenimiento de la caravana.
Gerardo y "La Cabra", siempre dispuestos a brindar un gran show, para los amantes de la adrenalina en sobredosis.
Seguimos por la playa hasta una boya, donde reagrupamos e hicimos algunas fotos.
Siendo las 14.00 hs. se buscó una salida, Lando se encargaría de encontrar un bosquecito para armar el almuerzo, mientras avanzábamos un poco más por playa y vadeitos.
Por radio Lando nos dice que encontró un lindo bosque para armar el almuerzo, así que encaramos por los médanos, pero sin WP, sólo por instinto, buscando el posible camino que usara él.
Acá Tony queda en una situación comprometida por la inclinación, así que 1º se prueba con eslinga, tirando Carlos y ante el fracaso del intento, colocamos planchas del lado comprometido y usamos el malacate de Pablo.
El campamento para comer con el bosquecito
Después de un fructífero almuerzo, seguimos por médanos, tratando de esquivar los acantilados que presentaba la playa a esa altura.
Acá un "aburrido" que deja la camioneta en 2º de baja, mientras saca los pies a refrescar y se toma unos mates..
Algunas reiteradas destalonadas.
La Cabra al rescate de Carlos, mientras los chicos disfrutan.
Hasta que volvimos a la playa.
Para encarar nuevos vadeos y de vuelta a los médanos.
En los médanos, Gerardo dando una mano con la guiada.
Una de las encajadas de Julio, tomadas con el humor que acompaña estos hechos. Mientras esperan cerca de Mar del Sud.
Ya caía la tarde y estábamos en Mar del Sud, donde se redujo el grupo por pequeños problemas técnicos en distintas camionetas. En la foto de abajo, una devota rezando por "no más encajadas".
Las testigos.
De Mar del Sud, salió un grupo menor por los médanos donde nos sorprendió la noche y que derivó en una adrenalínica "travesía nocturna".
Esta foto es ante el último vadeo, Arroyo La Totora, después ya venía Miramar, y el final de otra hermosa travesía por médanos.
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