Para las vacaciones de invierno del 2012 nos habíamos juntado en Fiambalá, con la idea de hacer el Paso San francisco, Laguna Verde en Chile, un poco de termas y luego, pasando por Las Papas, llegar al Peñón. El viaje seguiría después de visitar al volcán Galán, entrando al cráter por el sur, a Antofagasta de La Sierra, desde donde haríamos el circuito de Antofalla.
Los amigos de esta travesía fueron:
Walter y Claudia.
Tony y Sandra.
Pablo, Andrea, Lucas y Zarina.
En un principio este viaje lo programamos 4 familias, contábamos con la companía de Claudio y Graciela, pero cuando fuimos al Paso San Francisco, Graciela no se sintió del todo bien por la altura, y decidieron volver para Córdoba, a pasar unos días con amigos que estaban en la zona, más tranquilos y en terrenos más bajos.
Tony y Claudio habían llegado el día anterior y Walter y Pablo se reúnen con ellos después de viajar toda la noche.
Mientras los esperan Claudio y Tony visitan esta iglesia de adobe, en las afueras de Fiambalá.
Descargan las cosas y el grupo sale de paseo, primero por el Museo del Hombre y luego enfilan para las termas de Fiambalá, a 14 km del pueblo, en la montaña, con una linda trepada para los últimos 200 mts. El complejo ofrece "piletas" de distintas temperaturas, con unos buenos baños y vestuarios, y un restaurant de comidas rápidas.
También dispone de algunos dormis, pero son pocos y hay que reservarlos con muchísimos meses de anticipación.
En la trepada final, le sube la temperatura a la camioneta de Walter, bajamos a ver y por suerte se había aflojado el bulón del tensor de polea y le había trabado la paleta de ventilador, así que con barreta y llave allen, la vuelve a apretar y solucionado el problema que fue sólo un susto.
Cuando inician el regreso, creen que producto de la inclinación por la trepada, se enciende la luz de aceite de la camioneta de Pablo, entonces ni bien llegan a un terreno más plano, miden el nivel del mismo y le faltaban 4 litros, surgía la duda de que él y su familia pudieran seguir el viaje.
Esa noche, contactando vía telefónica con el mecánico, reciben un par de indicaciones para hacer controles en la camioneta y de ellas surgen las "buenas nuevas". Seguramente el consumo venía por el turbo que estaba tirando el aceite crudo, así que debían de prestar atención y seguirle agregando, conforme lo necesitara.
Aquí por la noche, cenando el grupo completo.
Así arrancan esa mañana, primero despidiéndose de Claudio y Graciela, que volvían para Córdoba, y con un par de bidones de aceite extra para la camioneta de Pablo, que parecía tener mucho apetito por el lado del turbo.
Suben por Palo Blanco y después de 19 km giran por la huella a la izquierda, rumbo a el pueblo de Las Papas.
Enseguida empiezan los vadeos del río Las Papas, que hasta llegar a destino sumarían más de 80 veces.
Después de unos 80 vadeos, estamos llegando al pueblo de Las Papas.
Aquí la Virgen en medio del río que es venerada por los noventa habitantes del lugar.
Finalmente entramos al pueblo, nos recibe una comitiva que enseguida nos da la bienvenida, sus carencias quedan eclipsadas por su gran calidez y gentileza. No habiendo preparado algo en especial para dejarles, les regalamos a los chicos todo lo que en golosinas y galletitas teníamos y para Adela, que es la hija del cacique Jaime, lo no perecedero para que ella lo distribuya, pero les prometemos y nos prometemos, volver. Y sí que lo cumpliríamos, ya que en febrero del 2013 estaríamos pernoctando una noche allí y en abril del 2013, estaríamos llevando donaciones ya organizadas.
Nos despedimos con un "..hasta pronto.."del pueblo de Las Papas, cruzamos por última vez el río del mismo nombre y empezamos a trepar la cordillera de San Buenaventura.
Le erramos al cruce del río y nos corren 2 chicos en bicicletas, para que peguemos la vuelta y crucemos por donde ahora habían acomodado las piedras.
La Cordillera de San Buenaventura corre en forma transversal a la Cordillera de los Andes, con orientación Este-Oeste, y separa los departamentos de Antofagasta de La Sierra y Tinogasta; al Norte comienza la Puna catamarqueña.
Ésta era nuestra primera vez cruzando la cordillera de San Buenaventura, estábamos fascinados por el paisaje que teníamos delante, luego la volveríamos a cruzar en febrero y abril del 2013, pero siempre nos sigue produciendo esa mágica sensación de éxtasis visual.
A unas dos horas de empezar a subir, nos acomodamos cerca de un arroyo para almorzar.
Después del almuerzo, continuamos con el cruce, ascendiendo hasta su punto más alto de 4200 mts.
Pasamos por unos campos de arena para ir en busca del campo de Piedra Pomez.
Venimos remontando al norte, así que giramos al este y nos internamos en el campo de Piedra Pomez.
La foto grupal, antes de seguir camino.
De izquierda a derecha: Walter, Claudia, Sandra, Zarina, Pablo, Lucas y Andrea. Tony, sacó la foto.
Empieza a oscurecer y seguimos viaje hacia el volcán Carachi Pampa, al que rodearemos por el este, recorriendo parte del salar del mismo nombre en camino a El Peñón.
El resto de camino lo haríamos de noche, casi a ciegas, el track que teníamos corría bastante de costado, pero seguimos viejas huellas y llegamos a la rp 43 cerca de las 22.00 hs.
Finalmente, ya en El Peñón, nos instalamos en la hostería y festejamos esta bellísima travesía con una cena calentita.
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